12 de mayo de 2008

Entrevista a Alonso del Corriere dello Sport

Fulvio Solms, periodista del Corriere dello Sport, recuerda que Cesare Fiorio definió a Fernando Alonso como "Dios al volante", cuando le hizo probar por vez primera el Minardi F-1. Solms recordó esta frase ayer en una larga entrevista con Fernando Alonso y admiró su capacidad para "transformar un automóvil de F-1 de calabaza en carroza" como si tuviera una varita mágica. Y de que estuviera enfermo del virus "de tener que demostrar siempre que soy el número 1. No simplemente uno de los mejores, sino el mejor".

Solms se asombraba de que pilotos jovenes como Alonso hablen ya de retirada temprana. "Esto es algo que va con la propia personalidad. Hay pilotos cuya vida es la F-1. Para mí sólo es un trabajo, nada más; mi vida son la familia y los amigos. Tengo un trabajo muy especial, pero soy una persona normal. Estar aquí 10 o 12 años me está bien... pero debo recordar que comencé en karts con 3 años y tento 26... llevo 23 de competición".

Este sentimiento de ser una persona normal lo ha expresado muchas veces Alonso. "Me gusta la F-1 porque son los coches más rápidos. Pero odio la pérdida de privacidad que comporta. Estés donde estés, alguien te reconoce. Podré hacer una vida normal sólo cuando la gente se haya olvidado de mí", dice Alonso, que sólo tiene libres "diez o quince días al año por Navidad. Después siempre hay una llamada, un mail que te obliga a pensar en el coche".

Lo que a Fernando le gusta más de los dos títulos logrados "es que ahora puedo influir en decisiones técnicas importantes. El piloto está en una posición central del equipo. El team sabe todo del coche, pero allí dentro estoy yo y nadie que no sea el piloto puede explicar las sensaciones en el coche. En la salida o los adelantamientos, que hay lucha cuerpo a cuerpo con otros pilotos, estás solo. Incluso en los tests te juegas mucho. Tomas una decisión equivocada y en 5 minutos puedes arruinar el año".

Fernando cree en cierta forma en el destino y que él es uno de los elegidos. "Querer ganar y tener la sensación de hacerlo son dos cosas distintas. Hay algo que decide por tí en el momento en que naces y te asigna una vida de ganador. En casi una condena porque creas muchas expectativas y tú debes convertirlas en realidad. En todo lo que hago quiero ganar y cuando no lo consigo, sufro... y siento la necesidad de volver a intentarlo".

Sin embargo, no busca la perfección, "porque la perfección en el deporte no existe. Hay muchos elementos como la suerte, que sí existe, o la incertidumbre de la competición. Sí que existe una perfección personal y la mía es dar el 100%. Se lo debo a los que trabajan conmigo, y si un día sólo he podido dar el 90%, no estoy tranquilo".

Su gran error en F-1 fue quizás fichar por McLaren, un sueño de niño que fue casi insomnio. "Cuando era niño estaba convencido que conducir para McLaren era el máximo. Ahora, tras haber estado con ellos, lo único que puedo decir es que mis sueños estaban equivocados", aunque dice que no sufrió mucho por ello "porque es como un niño que desea una juego de la 'Play' y finalmente se la compra, y tras probarlo se da cuenta que no es aquello lo que buscaba; lo aparta y se compra otro. Es esto lo que he hecho. Pero aprendí muchas cosas y no me refiero a conducción de un F1"

Via; Elmundodeportivo

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